La escuela de surf ! Un eterno aprendizaje … Desde que empezó el intento de surfear hace varios años atrás, pase por diferentes escuelitas de surf. La primer experiencia fue en Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina, luego en Altas Ondas y Surfari en (Ferrugem Brasil )Pase por algunos lugares del mundo, hasta fundar Canto Surf en Ferrugem el año pasado con mis mejores amigos. Siempre llegué a las escuelas con el afán de aprender, preguntar o pedir ayuda. Mis inquietudes siempre rondaron sobre las tablas, trajes, materiales, información de la marea, las corrientes, el mejor lugar o las horas para entrar al mar. Dos veranos atrás, Alex Sasha un loco amigo, me invitó a formar parte de su equipo de instructores en Moana surf scohol,en la playa de guincho Portugal. Siendo guarda vidas y un principiante de surf, comencé a ir a la playa con otro fin: ayudar a las personas en su primera experiencia de surf, maravillosa experiencia. Día a día vamos a playa a jugar, a meternos al mar con distintos tipos de personas, a compartir nuestros conocimientos y lo más importante, a aprender. En la escuela de surf, he podido evolucionar a nivel personal y deportivo de una manera extraordinaria, por que no sólo los alumnos aprenden de nosotros, sino que también nosotros aprendemos con ellos. Aprendemos de los compañeros y colegas,grandes monstruos del surf, grandes samurái del mar ,que todos los días transmiten sus conocimientos en la escuela del surf sin darse cuenta. Como diría el negro Wellington el reloj de arena: “corre y nosotros estamos ahí en el área”, según la marea, el tamaño del mar ,el viento y las condiciones es que entramos al mar, vamos o venimos. Creo que así también funciona un poco la vida, vamos y venimos según nuestros deseos, sentimientos, objetivos y nuestros estados de ánimo. Lo más importante es no resistirse al mar, para no ahogarse, hay que estar entregado y andar con la marea , sentir el mar, interpretando la condición de cada día . Y así es que se va pasando la vida en la escuelita, aprendiendo, tratando de crecer, de ayudar y todos los días con una sonrisa en la cara, fluyendo y estando ahí en la playa para interpretar la condición. Hace 3 años cuando llegue por primeras ves a Portugal nunca me imagine esta evolución que hoy he logrado y sinceramente, estoy más que agradecido con mis compañeros del equipo Moana , alumnos ,familiares y amigos por hacerme sentir como en mi casa un verano más… Muchísimas gracias a todos y en especial a la escuelita de surf!